Cuando compramos pescados y marisco nos estamos asegurando la ingesta proteica de calidad.

El pescado también aporta vitamina D, minerales y grasas omega 3 muy conocidas en la actualidad por su efecto en la prevención de enfermedades cardíacas y retrasar el envejecimiento celular.

El primer consejo a la hora de comprar pescado es que esté fresco, el mejor es el recién pescado pero no hace falta que saqueis la caña vosotros ya que en las ciudades disponemos de pescaderías con productos frescos.

Una vez localizada la pescadería lo que hay que valorar en el pescado es su olor, debe oler a mar peso ese no es un olor desagradable no debe oler a putrefacción.

Debes mirar los ojos del pescado, tiene que tener un aspecto transparente y brillante.

Su cuerpo tiene que ser rígido, firme, brillante y sus agallas rojas y húmedas.

Compra variedad de pescados y por temporadas.

Alterna el pescados blanco con el pescado azul.

Si teneís dudas sobre cuales son pescados blancos y azules os nombro algunos:

• pescado blanco: merluza, gallo, lenguados dorada, bacalao, rape…
• pescado azul: salmón, atún, sardina, caballa, anchoa, trucha, emperador…

El pescado blanco tiene menos calorías y grasa que el pescado azul pero el azul es el más rico en omega 3.

El marisco no hace falta solo tomarlo en fechas señaladas, se puede  tomar durante todo el año, nos aportan hierro y proteínas.

El precio del marisco varía bastante del caro bogavante al más asequible langostino así que no hace falta arruinarse y alternarlo con marisco mas económico como gambas, mejillones, berberechos…

Para corservar el pescado y marisco hay que tener en cuenta la cadena de frio, intenta que tu pescadería no esté muy lejos de casa o usar bolsas específicas para mantener la temperatura y una vez en casa intentar consumir ese mismo día.

Si quieres congelarlo hazlo rápidamente el mismo día de la compra después de haberlo limpiado y así te aguantará un mes en el congelador.

Otra opción es comprar el pescado directamente congelado para tenerlo siempre a mano.